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Entrevistamos a Mapi Báez, consultora y formadora en redes sociales

Entrevistamos a Mapi Báez, social media personal trainer, consultora y formadora en redes sociales.

«Mi misión es ahorrar y optimizar tiempo en redes sociales para impulsar los proyectos de las mujeres en sus ámbitos profesionales.»

¿Cuál fue tu motivación para convertirte en empresaria?

El hecho de que nadie quisiera contratarme por ser mujer cercana a los 40. Y sí, estoy convencida de que ese era el motivo porque fue empezar yo a correr con los gastos y comenzar a llegar los proyectos. Blanco y hace cuac…

¿Cómo fueron los inicios, y cuál es tu valoración del proceso de puesta en marcha hoy en día?

Los inicios fueron un follón. Porque claro, tú a las cosas las llamas de una manera y la administración las llama de otra. Así que tú entiendes que puedes hacer algo y te lanzas con ello. Luego te llega la denegación y cuando descubres que todo es un error semántico pero que a ti te cuesta el dinero se te viene el mundo encima. Porque dile tú a la administración que eso no era lo que querías. Y luego estaban todos esos cursos de emprendimiento en los que cogían tu idea y la metían a calzador para que creases una empresa. En mi caso ese no era el objetivo. Yo quería ser freelance, no empresa. Lo cual no quita que lo tenga en mente, pero en ese momento mi proyecto se desvirtuó tanto que me pegué un batacazo impresionante. Así que nada, tocó hacer análisis y confiar en mi perspectiva. Tomé las herramientas de aquel curso y las adapté a mi idea inicial. Hice cambios, por supuesto pero pensando en lo que quería y nada, aquí sigo: 5 años este septiembre.

¿Cómo ha afectado la actual coyuntura económica a tu actividad/sector empresarial?

Me dedico a una parte del marketing digital: creo estrategias en social media (lo que la gente entiende como redes sociales, en realidad es un concepto un pelín más amplio pero dicho así lo entiende todo el mundo). Este sector ha vivido una burbuja muy grande. El marketing ha cambiado muchísimo y eso ha obligado a que la gente tuviera que formarse. Como el paro era tan grande la administración y muchas empresas se han puesto a formar community managers como rosquillas y no sirve cualquiera para eso. Hace falta tener una base educativa, un carácter, una disciplina, saber organizarse, escribir, trabajar en equipo, a distancia… Son muchos temas y si encima no hay estudios reglados sobre eso pues nada, tenemos un sector muy atomizado, con mucha gente con poca formación o formación de mala calidad… Eso por una parte y por otra una clientela que no entiende cómo funcionan las redes sociales ni qué pueden pedirle. Así que te encuentras ofertas donde tienes que gestionar una comunidad, realizar campañas de Adwords, crear vídeos, editarlos, adecuarlos a cada red social, realizar las creatividades para cada plataforma, programar la web desde cero, por supuesto diseñarla y acordarte de cumplir con unos objetivos comerciales… Con los años esto se ha ido desinflando y las empresas se han vuelto más realistas con lo que piden y con lo que ofrecen. El futuro lo veo bastante positivo.

¿Cuáles son los pilares y el elemento diferenciador de tu empresa? ¿Qué transmites a tu clientela?

Ir al grano. Creo que ese es mi rasgo diferenciador. Soy consciente de que la gente se queja de que no tiene tiempo para andar en redes pero no es cierto. Lo que pasa es que no consiguen organizarse y no tienen ni idea de qué han de publicar, no hay una estrategia. Así que yo voy al grano. De ahí lo de Social Media Personal Trainer. Mi clientela viene con un problema y yo les pongo una solución. Trabajamos conjuntamente para que lo saquen adelante y hagan los cambios justitos de rutina para que puedan tener una presencia online que transmita confianza primero y negocio después.

Lo mejor de ser empresaria…

Ay mi madre… Es una relación de amor-odio muy bonita. De hecho muy, muy, muy buena tendría que ser la oferta para que ahora yo me metiera a trabajar en una empresa. Los vaivenes en los ingresos es la peor parte al principio, sobre todo cuando aún tienes cosas pendientes de cuando tenías trabajo fijo y no veías venir el tsunami que llegó. Pero una vez superada esa etapa, organizándote bien y siendo realista, es una buena forma de vida.
Antes tenía que llegar a objetivos sí o sí. A veces tenía que hacer cosas que no me gustaban como tragarme la bilis con algunos clientes solo porque pagan. Ahora elijo los proyectos en los que trabajo. No digo que sí a todo el mundo. Debo ver compromiso por la otra parte. La experiencia me ha enseñado que si la parte contratante no está implicada al 100%, sus aventuras en redes sociales están abocadas al fracaso.
Luego está la parte de que trabajas cuando tú decides. Te organizas los horarios y el trabajo para adecuarlos a tu vida familiar y no al revés. Cierto es que no todos los trabajos por cuenta propia lo permiten al 100% pero tienes mucho más margen que cuando trabajas para una empresa.
Lo dicho. Como no sea una oferta de Google para trabajar en su sede… No creo que me anime a decir sí XD

¿Cómo ves tu empresa dentro de 5 años?

Pues más grande, con muchas mujeres, mucha conciliación, peques por la oficina y el mismo buen rollo. Hay que trabajar para vivir y no al revés.

Según los datos del GEM (Global Entrepreneurship Monitor), en España el porcentaje de mujeres empresarias que consiguen consolidar su empresa no llega al 30% frente a más del 70% de las lideradas por hombres… ¿Qué necesidades consideras que tenéis las mujeres empresarias y qué harías para facilitar la consolidación?

Estamos en lo de siempre. Las mujeres abandonamos por falta de apoyo. Cuando un hombre emprende y fracasa, no pasa nada, lo vuelve a intentar. Cuando lo hace una mujer se viene abajo. El entorno se le echa encima y si alguien le dijo que eso era lo que iba a ocurrir le faltará tiempo para el “te lo dije” en tono triunfal. Las mujeres emprendemos en plan, bueno, a ver si funciona. Si no funciona volvemos a lo que estábamos haciendo, al puesto de trabajo o al cuidado de la casa y de la familia. Somos pocas las que nos revolvemos y decimos “¿cómo que no?, espera que lo cambio…”. Fue lo que yo hice. Cierto es que encontré el apoyo absoluto de mi pareja y el de dos amigas empresarias. Nos falta red. Rodearnos de mujeres que hayan pasado por lo mismo y que hayan salido adelante. Sororidad tal vez.

¿Qué destacas de tu participación en el Círculo de Empresarias de Fundación MUJERES?

Tengo la necesidad de compartir lo que sé y lo que he vivido con otras personas que se están viendo en la misma situación en la que me vi yo. Me da rabia que las mujeres seamos mayoría en el vagón de cola. Muchas veces es por falta de apoyo así que cuando conocí el proyecto de Fundación Mujeres lo vi clarísimo. Tenía que estar ahí animando y apoyando. Las mujeres debemos ser dueñas de nuestro destino y tener un proyecto profesional propio es una manera más de conseguirlo. No puedo cambiar el mundo injusto en el que vivimos pero sí aportar conocimiento y experiencia a otras personas.

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Perfil

  • Empresaria desde: 2013
  • Hobbies: En este momento jugar con mis hijas
  • Intereses y motivaciones: El conocimiento en todas sus manifestaciones al servicio de la sociedad

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