Esta joven editorial nació en marzo del año 2018. Bala Perdida es una editorial de poesía, narrativa y no ficción especializada en literatura contemporánea de autores y autoras vivos e hispanohablantes. Buscamos la profundidad y detectamos el discurso original y coherente. Nos definimos como los románticos del siglo XXI.
¿Qué hizo que os embarcaseis en vuestro proyecto de emprendimiento?
Teníamos vocación por el mundo literario y ya conocíamos el sector editorial por trabajos anteriores así que decidimos iniciar nuestro propio proyecto.
¿Cuáles son los retos a los que os habéis tenido que enfrentar para iniciar vuestra actividad?
El comienzo es lo más difícil, no sabes bien por dónde empezar. Teníamos la idea, la imagen de marca pero siempre hay mucha burocracia entre medias que no sabes bien cómo abordar. Yo conté con el asesoramiento de Fundación Mujeres, que me ayudaron mucho en todos los temas del pilotaje de la empresa.
¿Cuál es vuestro sector profesional y a qué nuevas dinámicas se enfrenta?
El sector editorial pertenece a la cultura por lo que no es fácil salir adelante y más con la venta de libros en papel. Lamentablemente nos enfrentamos a muchos retos dado que el hábito lector está sufriendo constantes transformaciones debido a las nuevas tecnologías y formas de consumo de cultura pero creo que está pasando en general en todos los sectores. Particularmente el nuestro creo que también está creando nuevas formas de resistencia con las numerosas presentaciones, encuentros, charlas, coloquios y formas de vivir la literatura. Tenemos grandes cómplices en las librerías tradicionales, las bibliotecas y los profesores, que apoyan nuestra labor y fomentan la lectura en todos los formatos.
¿Cuál es la propuesta de valor de vuestra empresa?, ¿en qué os diferenciáis?
Nuestro lema es que somos los románticos del siglo XXI, nos diferenciamos en que solo publicamos autores vivos con una mirada del mundo genuina, valiente e íntegra. Damos voz a escritores con un punto de vista propio y nos dirigimos a aquellos lectores que buscan salir un poco del stablishment del mercado para leer textos alternativos en ediciones cuidadas. También somos una editorial que aboga por buscar el romanticismo en la tradición, por eso apoyamos a librerías y a comerciantes independientes potenciando el encuentro con los autores para vivir experiencias únicas, profundas y enriquecedoras. Tenemos un poco de dinamizadores culturales organizando jornadas culturales como la Semana Kronen Poesaña porque en Bala Perdida nos dirigimos a un público consumidor de todo tipo de cultura, por eso también contamos con libros sobre arte, cine o danza.
¿En qué creéis? ¿Cuáles son vuestros valores como empresarias?
La honestidad y la integridad con la que desarrollamos nuestra labor y la búsqueda constante de sinergias con otras empresas con las que compartimos valores.
¿Cómo afectan las TIC a vuestro desempeño empresarial?
Como he apuntado antes, la sociedad de la información ha cambiado mucho nuestros hábitos y seguramente siga cambiando nuestra manera de vivir, desde relacionarnos hasta nuestras formas de consumir pero creo que hay que buscar aliados y saber aprovechar las muchas ventajas que nos ofrece.
¿Participáis en alguna red empresarial o de intercambio de experiencias? ¿En qué sentido os fortalece?
Participo con el Círculo de Empresarias y con la asociación Vive Malasaña y creo que es realmente enriquecedor compartir experiencias y proyectos con otros pequeños empresarios. Creo que te hace crecer a nivel profesional y personal.
¿Cuáles son vuestras mujeres referentes?
Todas y cada una de las mujeres que han tenido el valor de montar una empresa merecen todo mi respeto y admiración y, por supuesto, aquellas que lo compaginan con la maternidad. Me parecen verdaderas heroínas.
Vuestro leitmotiv como mujeres empresarias es:
La pasión nos mueve y nos conmueve
Perfil de Bala Perdida en el Círculo de Empresarias
Empresaria desde: 2018
Un libro: Follas novas, de Rosalía de Castro.
Una canción: Bang, bang, de Nancy Sinatra
Una película: Tres colores, Azul
Un lugar: Dublín