Fausti López es una empresaria de 33 años con 2 años de andadura en su negocio. Nacida en Montalbán, una localidad de Córdoba, estudió la carrera de Traducción e Interpretación en Madrid y se especializó en Traducción Jurada. Además, compaginó sus estudios universitarios viviendo unos meses en Minehead (Inglaterra) y años después en Waterford (Irlanda). Es empresaria desde el año 2017.
Cuéntanos, ¿Cómo surge ‘The Green Door’?
‘The Green Door’ fue fundada por Laura Polonio en el año 2012. Yo trabajaba en la Academia como empleada dando clases de inglés a alumnado de todas las edades. A lo largo de los años y por motivos personales, Laura tuvo que dejar el negocio y yo decidí quedarme a cargo de él porque me gustaba la labor que desempeñaba y porque me sentía reacia a abandonar algo que me entusiasmaba. Me encontraba en un pueblo pequeño, con pocas posibilidades laborales en lo que a mis estudios se refería y vi en la empresa la oportunidad de trabajar en lo que me gustaba, cerca de casa y de ofrecer mis servicios a mi pueblo y a otros pueblos cercanos.
Cuando me convertí en propietaria de la academia, decidí mantener la imagen corporativa que Laura había elegido porque ‘The Green Door’ y los colores de su logo nos evocan al verde de los campos infinitos de Irlanda y el amarillo, a la luz solar de la que carece el país británico. Además de simbolizar aquello de ‘querer es poder’ ante un reto tan complicado como aprender un idioma nuevo: escucharlo, hablarlo, leerlo y escribirlo.
¿Qué servicios se pueden contratar en ‘The Green Door’?
La Academia en sus comienzos se dedicaba exclusivamente a la enseñanza del inglés. Con el tiempo y debido a la demanda del alumnado, hemos ido ampliando los servicios. Montalbán tiene colegio e instituto bilingüe y es mucho el alumnado que necesita refuerzo en otras asignaturas que, aunque las aprenden en inglés, tiene contenidos muy variados.
Además, somos centro Trinity por lo que preparamos a nuestro alumnado para obtener títulos de B1, B2 y C1. Aun así, no cerramos las puertas ni ponemos fronteras a nuestros servicios y tratamos de ofertar todo lo que esté a nuestro alcance y nos sea demandado por familias y alumnado. Es por esto que también ofrecemos clases de francés y refuerzo de otras asignaturas en español.
¡Ah, casi se me olvida! Dado que soy Traductora Jurada y poseo el sello conferido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, también realizo traducciones juradas a demanda de nuestra clientela.
Fausti, ¿cuál fue tu motivación para convertirte en empresaria?
Pues fue una decisión que tomé sin pensarlo mucho por el motivo que he citado anteriormente. No quería abandonar la profesión que me entusiasmaba y de la que tanto disfrutaba. Cuando estudiaba siempre soñé con tener mi propia academia para enseñar a la gente de mi pueblo a entender el inglés y hacerles ver que estudiar un idioma nuevo no es un sacrificio sino una ilusión, algo para prosperar en el futuro.
A mí me costó muchísimo trabajo llegar al nivel que pedían en la Universidad cuando empecé la carrera y fue como una forma de demostrar que SI QUIERES, PUEDES.
En España las personas autónomas no tienen demasiadas oportunidades de prosperar pero aún así y embarazada de 8 meses, me lié la manta a la cabeza y, con el apoyo de mi marido, decidí asumir el reto.
¿Y qué hace diferente a tu empresa?
‘The Green Door’ ofrece todo tipo de posibilidades de estudio.
Trabajamos con grupos reducidos, adaptados a los niveles que nos demandan y proporcionamos material propio y adecuado a cada nivel. Siempre hemos mantenido la filosofía de que cualquier reto es posible. Por ello, desde los comienzos, contamos con un alto nivel de aprobados tanto en Trinity como en otras especialidades relacionadas con el instituto y colegio. Nos adaptamos al alumnado y a sus necesidades.
Mujer joven y empresaria, ¿ha sido muy difícil llegar?
Cuando decidí tomar las riendas de este negocio estaba embarazada de 8 meses. Mi vida cambió por completo porque lo compaginaba (y lo compagino) con un negocio de hostelería que regenta mi marido. A todo ello hay que añadir las pocas oportunidades que se ofrecen en España a las personas autónomas y, en particular, a las mujeres autónomas en relación con los permisos por maternidad, enfermedad, cuidado de familiar, etc. De hecho, durante mi baja maternal, una compañera ocupó mi puesto y en cuanto pude me incorporé de nuevo.
No puedo olvidar agradecer muy especialmente a mi familia toda la ayuda y apoyo que me brindan en los cuidados de mi pequeña Julia. Pero aún así, me siento satisfecha de saber que he conseguido lo que quería, sin dejar de luchar.
¿Cómo ves tu empresa dentro de dos años?
No se trata de cómo la veo en dos años sino de cómo quiero verla.
¡Claro! ¿Cuál es tu sueño?
Estoy trabajando y luchando cada día por conseguir que ‘The Green Door’ se conozca más allá de mi pueblo. Por ello, estoy incorporando nuevas acciones e incorporando las TICs y la innovación como elementos transversales de todo el trabajo de la empresa.
En la actualidad gran parte de mis esfuerzos están centrados en intercooperar con otras empresas para conseguir desarrollar entre todas una plataforma de enseñanza online y, de ese modo, ofrecer muchos más servicios y más accesibles a la hora de aprender un idioma nuevo.
¿Qué barreras consideras más difíciles para consolidar el negocio?
Por supuesto, y como ya he mencionado anteriormente, la cantidad de impuestos que tenemos que pagar por ser autónomas y las pocas posibilidades que se nos ofrecen en cuanto a bajas por maternidad, enfermedad, cuidados, etc.
Para las personas empresarias, las vacaciones y días libres no existen si quieres mantener el negocio a flote. Has de ofertar cuanto más mejor para no decaer y estar siempre al pie del cañón.
Lo mejor de ser empresaria…
Ser empresaria no sólo tiene desventajas. Ser empresaria te ofrece la oportunidad de tener tus propias normas y, sobre todo, la posibilidad de ampliar y compartir tus conocimientos de manera libre, siendo tu propia jefa, marcándote tus propias metas.
Podéis encontrar más información de nuestra Academia en Facebook y en Instagram.
